En estos tiempos desesperados, ayúdenos a llevar un mensaje de solidaridad y aliento a quienes más lo necesitan. Ayúdanos a llevar la Palabra de consuelo y esperanza de Dios a los rincones más remotos del mundo. Su Palabra, como la conocemos particularmente en la Biblia, nos llama a compartir nuestros recursos, no solo medicinales y económicos, sino también la fuente de nuestra esperanza con los rincones más remotos del planeta.

Su ayuda nos permitirá desarrollar nuestras campañas de distribución de la Biblia entre los más pobres y necesitados de África, Asia y Medio Oriente, ahora aún más devastados por la pandemia. Si bien es cierto que todos sufrimos, debemos abrir nuestros corazones y manos a quienes sufren mucho más.

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