El MINISTERIO del LECTORADO
El lector
El lector es el intermediario de Dios entre su Palabra revelada y el pueblo. Su función consiste en hacerse mensajero y portavoz de la Palabra de Dios.

El lector también participa de la misión profética de Cristo porque es un signo vivo de la presencia del Señor.
“Por amor a esta palabra y por agradecimiento a este don de Dios, el lector litúrgico tiene que hacer un acto de entrega y un esfuerzo diligente; si su voz no suena, no resonará la Palabra de Dios; si su voz no se articula la palabra se volverá confusa; si no ve bien el sentido del pueblo, no podrá comprender la Palabra; si no da la debida expresión, la palabra perderá parte de su fuerza. Y no vale apelar a la omnipotencia divina porque el camino de la omnipotencia también en la liturgia pasa por la encarnación” (A. Schoekel)