La pandemia «es una puerta entre un mundo y el siguiente»
Palabras de reflexión en medio de la pandemia
El poder de la pandemia Covid-19 para paralizar el mundo en su camino ha llevado a muchos, incluyendonos a nosotros mismos, a reflexionar sobre la estructura del mundo y a preguntarse sobre nuestra existencia en «nuestro hogar compartido».

Fue en este contexto que me conmovió mucho cuando ante la imposibilidad de viajar, a algunos le ha hecho sentir que le faltaban » silencio y soledad» y les permitió recibir de nuevo «el don del silencio y su fecundidad».
Pensando en estas cosas he dado nueva vida a las palabras de tres mujeres cuyo trabajo me ha inspirado. La primera, Maria Boulding OSB (1929-2009), era una monja inglesa, experta en San Agustín y la vida del Espíritu. Ella escribe,
Como Jesús y los hebreos antes que él, nuestro mundo ha sido expulsado al desierto. Pero, ¿quién nos acompañará en este lugar de «confrontación esencial» donde podemos «ser encontrados por Dios«? ¿Quién nos permitirá reconocer «la puerta» de otro mundo? Es dudoso que muchos políticos, cuyo liderazgo se centra en lo fiscal, posean las habilidades o la imaginación para acompañar a su gente en este viaje crucial.
El desierto en nuestras vidas es el lugar donde, en nuestra pobreza, nuestro pecado y nuestra necesidad, llegamos a conocer al Señor. Para nosotros también es el lugar de las confrontaciones esenciales, donde las irrelevancias son eliminadas y las cosas elementales se vuelven importantes, donde la verdad en nuestros corazones es revelada.
The Coming of God (Londres: SPCK, 1982), 36
La segunda, Bonnie Thurston, es una americana de tradición calvinista, que renunció a la cátedra de Nuevo Testamento en el Seminario Teológico de Princeton para vivir una vida buscando a Dios en la soledad; ella escribe,
Dios no quita el desierto porque Dios tiene un trabajo que hacer precisamente allí. … el desierto es el lugar donde la gente se encuentra con Dios. … Es en el desierto donde el pueblo de Dios descubre a Dios, o más precisamente, es descubierto por Dios; en el desierto encuentran el perdón; en el desierto redescubren su herencia original como hijos de Dios. … Tal vez también necesitemos escuchar que el desierto es el tiempo de la reunión, del consuelo, un tiempo en el que el cielo baja para consolar a la tierra.
The Spiritual Landscape of Mark (Collegeville: Liturgical Press, 2008), 5–7
La tercera, Arundhati Roy, no se llamaría a sí misma cristiana; una novelista de la India, su primera novela, El Dios de las Pequeñas Cosas, ganó el premio Booker en 1997. Escribiendo sobre la pandemia hace unas semanas en el Financial Times de Londres fue perceptiva y profética:
Históricamente, las pandemias han obligado a los hombres a romper con el pasado e imaginar su mundo de nuevo. Esta no es diferente. Es un portal, una puerta entre un mundo y el siguiente. Podemos elegir caminar a través de él, trayendo los cadáveres de nuestros prejuicios y odios, nuestra avaricia, nuestros bancos de datos e ideas muertas, nuestros ríos muertos y cielos llenos de humo detrás de nosotros. O podemos caminar a través de él ligeramente, con poco equipaje, preparados para imaginar otro mundo.
www.ft.com/content/10d8f5e8-74eb-11ea-95fe-fcd274e920ca

Como Jesús y los hebreos antes que él, nuestro mundo ha sido expulsado al desierto (ver Marcos 1:12). Pero, ¿quién nos acompañará en este lugar de «confrontación esencial» (Boulding) donde podemos «ser encontrados por Dios» (Thurston)? ¿Quién nos permitirá reconocer «el portal, la puerta» de otro mundo (Roy)? Es dudoso que muchos políticos, cuyo liderazgo se centra en lo fiscal, posean las habilidades o la imaginación para acompañar a su gente en este viaje crucial.
En estos días, antes de que el silencio del mundo se disipe, y mientras nos preparamos para una nueva extensión de la cuarentena, que nos consuelen y animen las palabras de la Dama Sabiduría:
“Pues cuando un apacible silencio todo lo envolvía y la noche se encontraba a mitad de su carrera, tu omnipotente palabra se lanzó, como invencible guerrero …. desde tu trono real de los cielos.” (Sab. 18:14–15)
Que la Palabra viva y omnipotente nos guíe y nos sostenga hasta que oigamos la voz del Pastor y, como Tomás, descubramos por nosotros mismos —y por aquellos a los que servimos— el portal de la vida (ver Juan 10:9; 20:27–28).
Muchas bendiciones,
S.O.
Un comentario en “La pandemia «es una puerta entre un mundo y el siguiente»”
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