Brasi: Inaugurada la 58ª Asamblea General de la CNBB, centrada en la Palabra de Dios y 100% virtual
Prensa Celam. De la grandiosidad del Santuario Nacional de Aparecida a la sencillez de la capilla de la sede de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), también bajo la advocación de la patrona de Brasil. Desde la gran reunión anual en el Centro de Eventos Padre Vitor Coelho de Almeida a la pantalla del ordenador o del teléfono móvil. Así comenzó el lunes 12 de abril la 58ª Asamblea General de la CNBB.

Anunciar la Palabra en medio de las dificultades
La Eucaristía, presidida por Mons. Joel Portella Amado, obispo auxiliar de Río de Janeiro y secretario general de la CNBB, fue transmitida en los canales de televisión católicos brasileños y en las redes sociales de la CNBB. El obispo auxiliar de Río de Janeiro llamó a “nacer de nuevo” y así adquirir “el valor de anunciar la Palabra en medio de todas las dificultades“. Con la celebración se inició la primera asamblea en formato totalmente a distancia, a la que fueron invitados los 475 obispos titulares y eméritos, así como representantes de organismos y pastorales.
El tema central será la Palabra de Dios, siguiendo la propuesta de las Directrices Generales de la Acción Evangelizadora de la Iglesia en Brasil (DGAE 2019-2023). Además, los obispos también profundizarán en otros 30 temas previstos en los estatutos sobre la vida de la Iglesia y la evangelización en Brasil. Siguiendo los estatutos de la CNBB, se celebrará una Asamblea sin votaciones que impliquen cambios o consecuencias de carácter legislativo para la Conferencia. Sólo se realizarán votaciones pastorales.
Recuerdo de las víctimas de la pandemia
Tras un momento de oración y las solemnidades de apertura por parte del Presidente de la CNBB, Mons. Walmor Oliveira de Azevedo, en las que dio la bienvenida a los presentes, especialmente a los obispos nombrados en los dos últimos años y recordó a las víctimas de la pandemia, pidiendo un momento de silencio en homenaje, el nuevo Nuncio Apostólico en Brasil, Monseñor Giambattista Diquattro, se dirigió por primera vez al episcopado brasileño reunido en la Asamblea, destacando la importancia de la tecnología “al servicio del anuncio valiente de la Palabra de Dios“. En la primera sesión se ha presentado el informe bienal 2019-2020, el informe económico y el tema central.
La Palabra como tema central
Cada día habrá una rueda de prensa en la que se tratarán los temas más relevantes de cada jornada. Hablar de la Palabra no es algo nuevo, según el Mons. José Antonio Peruzzo. Destacó que “en la tradición bíblica, la palabra es también persona”. Estamos ante un tema que nunca se agotará lo suficiente, insistiendo en que la palabra crea cercanía entre quien la escribió y quien la lee, lo que muestra la importancia de la Palabra de Dios, de compartir lo que es fuente de vida.
Monseñor Paulo Jackson Nóbrega de Souza destacó el “bello movimiento de lectura popular de la Biblia en Brasil y América Latina” que surgió a partir de la Dei Verbum, destacando la importancia del Centro de Estudios Bíblicos – CEBI. Se trata de hacer que “toda la vida de la persona y de las comunidades eclesiales misioneras, así como el trabajo pastoral y la propia labor misionera, todo ello animado por la fuerza de la Palabra de Dios“. El obispo de Garanhuns habló de los retos de la siembra de la Palabra de Dios, destacando la necesidad de descubrir la Biblia como fuente de cambio estructural.
Mayor deseo de la Palabra de Dios
El objetivo es que “la gente tenga un mayor deseo de la Palabra de Dios“, según Mons. Armando Bucciol, quien habló de los diferentes terrenos en los que se debe sembrar la Palabra de Dios: en la liturgia, destacando la importancia de la homilía, en la acción misionera, en la Iniciación Cristiana – catequesis, en la piedad popular, en la familia, en los jóvenes, en el diálogo ecuménico e interreligioso, en los medios de comunicación, en los procesos de formación y en la presencia en las periferias, entre otros.
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En las preguntas de los periodistas surgieron algunas reflexiones de los obispos. Una de ellas, cada vez más presente en la sociedad, es la polarización, que lleva a reflexionar sobre los fundamentalismos, fruto de la debilidad, que algunos ven como un refugio seguro y que puede considerarse hermana del fanatismo, según el arzobispo de Curitiba. Insistió en que los fanáticos no dialogan, destacando el papel de la religión como poderoso medio de fundamentalismo. Por ello, insistió en la necesidad de despojarse de las convicciones, en la diferencia entre experiencia religiosa y experiencia de fe. Según Mons. Peruzzo, las agresiones entre los católicos tienen como causa que escuchan poco la Palabra y no se dejan inspirar por ella.
Necesidad de recuperar el protagonismo de la Biblia
Mons. Paulo Jackson ve la polarización como el fruto de la resistencia a los valores de la modernidad. Denunció el enfriamiento de la labor bíblica en Brasil, ya que el Mes de la Biblia se ha interrumpido en muchos lugares. Frente a esto, afirmó que la Palabra puede ayudar a formar comunidades eclesiales misioneras vivas, animadas y entusiastas. Partiendo de una experiencia personal, especialmente durante la pandemia, insistió en la necesidad de que los obispos y la Iglesia hagan más presente la Palabra en Internet.
El abuso y el mal uso de la Palabra está muy presente en la Iglesia, según Mons. Armando, que reflexionó sobre la homilía, que no es una conferencia. El obispo de Livramento de Nossa Senhora reflexionó sobre los predicadores que ignoran la Palabra, incluso en las televisiones católicas, insistiendo en que la gente sea franca con los sacerdotes y obispos para decir que ese no es el camino. El obispo aconsejó no excederse en el tiempo y prepararse durante varias horas de reflexión. Junto con la Palabra, destacó la importancia de la Pastoral de la Escucha, de multiplicar las mentes y los corazones que realmente saben escuchar.