Exégesis y Hermenéutica Bíblica: un texto fuera de contexto crea pretextos.
Lectura del Evangelio de Mateo 15, 21-28.
Jesús partió de allí y se retiró al país de Tiro y de Sidón. Entonces una mujer cananea, que procedía de esa región, comenzó a gritar: «¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí! Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio». Pero él no le respondió nada. Sus discípulos se acercaron y le pidieron: «Señor, atiéndela, porque nos persigue con sus gritos». Jesús respondió: «Yo he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel». Pero la mujer fue a postrarse ante él y le dijo: «¡Señor, socórreme!». Jesús le dijo: «No está bien tomar el pan de los hijos, para tirárselo a los cachorros». Ella respondió: «¡Y sin embargo, Señor, los cachorros comen las migas que caen de la mesa de sus dueños!». Entonces Jesús le dijo: «Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!». Y en ese momento su hija quedó curada.

Siempre hay que leer los textos anteriores y los posteriores al texto del día para tener el contexto:
Mateo 15, 10 – 20. El tema es sobre lo puro e impuro de las comidas y Jesús afirma que el hombre no es puro por lo que entra en él (alimentos, contactos, Ritos exteriores), sino por lo que sale de él: conciencia e intenciones buenas que producen actos agradables a Dios y a los más descartados.
Mateo 15, 29-39. Jesús amplia su misión universal hacia mudos, ciegos, conos, manos, personas con muchas otras enfermedades, gente sin trabajo, sin comida, sin techo, sin paz y sin justicia social.
A todo esto los fariseos temían el fuerte profetismo de Jesús, y por eso buscaban el conflicto de Jesús con la Ley de Moisés y el Dios encerrado en el templo. Y los discípulos seguían a Jesús por creer que era Juan el Bautista.
La mujer sirio-fenicia ayuda a Jesús a profundizar su fe y misión y revelar a un Dios Misericordioso y Compasivo y abierta a todos los pueblos.
Les comparto una reflexión neo-bíblica del amigo Enrique Ponce para los sectores:
Pasen bello día.