SINODALIDAD, camino de conversión


A lo largo de las últimas décadas hemos podido ver como el Señor ha ido conduciendo a la Iglesia Latinoamericana, pasando por varios momentos, así de una opción preferencial por los pobres, buscando ser voz de aquellos que no tienen voz, a hoy proponer a toda la Iglesia y de manera especial a los que estamos en este continente, a buscar ser una Iglesia SINODAL, muestra que el Espíritu Santo anda revoloteando hace tiempo por nuestras comunidades, dándole una vitalidad y un dinamismo que solo surge de una Iglesia que buscar ser fiel a su identidad y su misión.

En el hoy que nos toca vivir, es de destacar que actualmente estamos en un proceso absolutamente novedoso y significativo, como es el hecho que la Iglesia latinoamericana y del Caribe está viviendo algo que el Papa Francisco ha comenzado a vivir desde el primer momento de su pontificado, como es el buscar estar cerca de los otros, el caminar juntos, el compartir el diario vivir con los otros, entre muchos detalles, como muestra un botón, el haber renunciado a vivir en sus aposentos de Sumo Pontífice, para compartir un lugar en la Casa Santa Marta.

Pero este tiempo nuevo y diferente de comunión en la participación, expresada en la actitud sinodal, así él ha dicho: “…lo que el Señor nos pide, en cierto sentido, ya está todo contenido en la palabra «Sínodo». Caminar juntos —laicos, pastores, Obispo de Roma— es un concepto fácil de expresar con palabras, pero no es tan fácil ponerlo en práctica…” (Francisco, 17.Oct.2015) Esta manera nueva de vivir la comunión, él ya ha comenzado a implicar a todo el pueblo fiel, como lo ha hecho en ocasión de los Sínodos sobre el amor en la familia (2014/15), en la fe de los jóvenes (2018) y últimamente en la Iglesia de la Amazonia(2019), en estas ocasiones hubo instancias de escucha y participación, por medio de consultas a los implicados, como un tiempo fuerte de escucha y diálogo, en vista al discernimiento. De hecho, como resultado de dichas escuchas, tenemos como fruto de esta práctica sinodal y colegial, los documentos: Amoris laetitia, Christus vivit y Querida Amazonía. Es un estilo y un modo de involucrar que, el Papa Francisco propone y que ya lo está implementando, siendo él el primero en asumir e implementar este nuevo modus operandi.

Esta nueva actitud tiene dos ejes, que al parecer el Papa lo propone y lo está llevando a la práctica: Así, en el discurso mencionado dice: “…reitero la necesidad y la urgencia de pensar «en una conversión del papado»…” (ibid). A esto que resultar impactante, el Papa le da aún mayor relevancia, con las actitudes que está dando a su manera de relacionarse con el pueblo fiel, pues no solo lo formula, sino que lo aplica. Y así convierte en criterios de acción, de tal forma que: “…Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha, con la conciencia de que escuchar «es más que oír. Es una escucha reciproca en la cual cada uno tiene algo que aprender. Pueblo fiel, colegio episcopal, Obispo de Roma: uno en escucha de los otros; y todos en escucha del Espíritu Santo, el «Espíritu de verdad» (Jn 14,17), para conocer lo que él «dice a las Iglesias (Ap 2,7) » (ibid). Esta afirmación es relevante, pues la sinodalidad, no es solo una dinámica de grupo, sino una búsqueda consciente en vista a conocer lo que el Espíritu quiere para el hoy que nos toca vivir. De ahí, la necesidad de tomar consciencia de aquello que el Señor está proponiendo a toda la Iglesia, como es una manera nueva de vivir nuestra pertenencia a la Iglesia, dándonos cuenta que hoy, se nos invita a implicarnos e involucrarnos  participando en el proceso de discernimiento, buscando responder al hoy que, exige de todos participación en la escucha y la comunión en el discernimiento.

Dentro de todos estos aspectos de la novedad que estamos viviendo como Iglesia Latinoamericana y el Caribe, está la FEBIC LAC, que también debe asumir y sumergirse en estos tiempos nuevos que el Espíritu está regalando a su Iglesia. Si el Papa Francisco ve como una urgencia pensar en LA CONVERSIÓN DEL PAPADO, dicha conversión necesariamente también debería llegar a la FEBIC LAC y tal vez a toda la CBF, puesto que esta nueva manera de ser Iglesia, sería de suma importancia que hubiera una nueva manera de relación y participación en la FEBIC LAC, donde juntos, busquemos nuevos espacios para implicarnos e involucrarnos, en este tiempo nuevo que vive la Iglesia, no podemos quedarnos al margen de la novedad de la participación, en la búsqueda de las manifestaciones del Espíritu, en los diferentes ámbitos donde la FEBIC LAC está presente por medio de sus miembros. La necesidad de escucha, de abrir perspectivas, para sensibilizarnos ante el clamor de Dios en su pueblo, exigiría de todos mayor apertura y cercanía, en una disposición de encuentro, compartiendo lo que se está haciendo, como a su vez soñando nuevas formas para estrechar vínculos. De esa manera, ampliar nuestros horizontes, en vista a encontrar nuevos rumbos y retos que tenemos a la hora de vivir nuestra relación e implicancia en la voluntad de Dios, como FEDERACIÓN.

Ante esta novedad que vive la Iglesia Latinoamericana, exige de toda la FEBIC LAC, por un lado, conciencia de que se está en un tiempo nuevo, donde exige de nosotros una nueva actitud, con mayor compromiso y participación, donde necesitamos del otro, y así debemos buscar instancias de encuentro para escucharnos y juntos escuchar al Espíritu que nos habla por el pueblo en la Iglesia. Esta nueva actitud, requiere valorarnos y acercarnos, queriendo descubrir juntos, la voz de ese Espíritu que está soplando y soplando fuerte en cada uno y en toda la Iglesia. Así, si el Papa propone una conversión del Papado, mucho más debemos pensar en una CONVERSIÓN DE LA FEBIC LAC, (y tal vez de toda la CBF), buscando nuevas estrategias de encuentro y participación, en la escucha recíproca, superando protagonismos individualistas, castrantes y autoreferenciales, que en sí excluye y margina, que en nada ayudan a sentirnos todos parte activa, involucrándonos en lo que es una FEDERACIÓN.

Son tiempos nuevos que, según el evangelio, no podemos vivir, remendando lo nuevo con actitudes y gestos viejos, sino, colocando vino nuevo en odres nuevos. Así los tiempos nuevos en la Iglesia, exige de todos los que hacemos parte de la FEBIC LAC, una nueva FEBIC LAC (ojalá también la CBF), más participativa, inclusiva y proactiva, donde todos nos sintamos implicados y partícipes, siendo gestores de la novedad que hoy el Espíritu suscita en nosotros. Estamos a punto de participar de una Asamblea Plenaria, que importante es que cada uno de nosotros participe de ese magno evento, en actitud y disposición SINODAL, opinando, enriqueciendo a los otros, buscando juntos, que después de ese evento, comencemos a vivir un tiempo de MAYOR PARTICIPACIÓN(hablar-opinar) Y ESCUCHA, de MAYOR CERCANÍA y compromiso, de mayor CONCIENCIA DE PERTENENCIA, implicándonos en esta FEBIC LAC, que la hacemos entre todos.

Pbro. Lic. Jesús Antonio Weisensee H.

Coordinador de FEBIC LAC

Septiembre. Mes de la Biblia.2021


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